TENDER PUENTES PARA LA INTEGRACIÓN
Para la mayoría de ciudadanos de la provincia de Pallasca nada está oculto. En estos últimos cuatro años se ha notado un profundo abismo entre sus habitantes. Por un lado han aparecido los nuevos potentados económicos, representados por sus alcaldes y algunos regidores, los mismos que han manejado muchos miles de soles y de los cuales se han beneficiado sus allegados y ciertas empresas que ganaron las licitaciones de obras.
En la otra orilla se encuentran cientos de pobladores de las zonas rurales carentes de agua potable, desagüe, luz eléctrica, atención sanitaria, alimentación, recreación y deporte. Así viven, por ejemplo, los pobladores de las riberas del Marañón del distrito de Conchucos, cuyo alcalde, a pesar de haber manejado el más alto presupuesto de la provincia, no ha sabido invertir en proyectos en esta zona de extrema pobreza.
A consecuencia de esta profunda brecha se han producido serios conflictos con las autoridades. Pero lo más notorio de esta división se ha notado en la última contienda electoral. Los que entraron a la reelección han gasto miles de soles. La pregunta, ¿fueron dineros de la municipalidad? ¿El dinero salió de cada candidato? La justicia frente a estos hechos se venda los ojos y no ha pasado nada.
Por otra parte las distintas autoridades provinciales, especialmente la edil, jamás coordinaron actividades con la población civil, tanto de la provincia como con las instituciones organizadas en diferentes lugares del país. Así está la situación. En un lado los de arriba; en el otro frente, los de abajo.
Resultado final, los pueblos pallasquinos no progresan, no logran su desarrollo, hay indiferencia, egoísmo, apatía, por lo que es urgente levantar y tender puentes con los diferentes estratos de la sociedad pallasquina. Tarea ardua que les toca cumplir a los flamantes alcaldes de la provincia. Solo así, se logrará conseguir la verdadera integración.
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